UN PUENTE NO TAN LEJANO Y UNA DEPURADORA QUE NO DEPURA (RESPONSABILIDADES)

Historia de un despilfarro (uno más) de Enrique Crespo Calatrava. Alcalde de Manises desde 1999, diputado de la Diputación de València, desde mucho antes, creo que desde 1995, vicepresidente de la Diputación y diputado de Vías y Obras de esta institución. Mantenida por los grandes partidos como oficina de empleo para pagar “servicios prestados”.

Hace unos años, cuando se planteó una “solución” para el puente que, sobre el Turia, une los términos municipales de Paterna y Manises, los técnicos de la Diputación, propusieron a Crespo la reforma del puente de manera análoga a la actuación que se había realizado sobre el puente del “Salt de l’aigua”, entre el centro y el barrio del Carmen, es decir: Ensanchar las aceras por medio de la colocación de un alero a ambos lados del puente, remozar el firme y adecentar y mejorar alumbrado y accesorios.  Nuestro espléndido (con dinero de otros) primer edil, rechazó dicho proyecto y se empecinó en construir un puente imposible, tanto por el coste, (Inicialmente se presupuestó en 6.000.000 €, Sí, SEIS MILLONES DE EUROS y a cargo de la Diputación, que no del Ajuntament de Manises)  como por lo faraónico del proyecto, tan faraónico como inútil, si no, díganme ustedes en qué ha mejorado la obra (aún inconclusa) del vial Manises-Paterna. Su plazo de ejecución se fijó en TRECE meses

Las cifras, tanto monetarias como temporales, son mareantes. Coste: (aún no han finalizado las obras) 18.000.000 €, tiempo para la puesta en servicio: Más de 3 años. Mientras, miles de vecinos usuarios habituales de ese puente, tenían que salir de sus casas (y llegar después más tarde de vuelta) al menos 15 o 20 minutos antes, para utilizar el otro saturado puente de la carretera del Aeropuerto a la Feria de Muestras. 

Sin embargo, la nefasta gestión económica no parece haber tenido coste político alguno para Crespo ni para el PP. Más aún su gestión al frente de Emarsa, tampoco. Inexplicable (en otro artículo mío, publicado en este mismo blog, hace meses, ya pedía que alguien con autoridad, hiciese un análisis de ello, del porqué la ciudadanía deja sin castigo este tipo de gestiones y otras peores, porqué se les sigue votando, a pesar de todo)

Hace ya más de un año, publiqué en el diario Levante un escrito acerca de la actuación estelar de Crespo en el caso Emarsa. Decía haberme equivocado al pensar que el alcalde de Manises no podía tener la cara más dura, concluyendo que sí podía y… a los hechos me remito. Intuiamos que el gerente, Esteban Cuesta, cantaría más que la Caballé, en cuanto el juez le apretase un poco y… nos hemos quedado cortos, ha cantado (está cantando) más que el Coro del Ejército Ruso desde su creación.

No voy a referirme aquí a toda la pastizara dilapidada, ni en matizar si las chicas rumanas o las españolas, que también las hay en el sumario, eran en realidad “traductoras” o “azafatas”, de ello ya están dando buena cuenta los periódicos (especialmente y de forma bastante incisiva, cosa curiosa, el Diario Decano LP) Sin embargo, el diario Levante-EMV, está tratando, cosa curiosa también, a Crespo con guante blanco. Ellos sabrán.  Sí recalcaré que, a pesar de todo el lodo y hedor a corrupción que emana de la gestión de la depuradora, cuyo presidente y por tanto responsable directo ES, Enrique Crespo Calatrava, digo que, a pesar todo ello, la ciudadanía parece llamarse a andana, como que todo esto no le afecta, es más hay quien trata (vanamente) de disculparle y de restarle importancia a todo el asunto.  Obviando que el fin está cada vez más cerca y que (también lo escribí hace muchos meses) si tuviese un poco de decencia política, debería hacer las maletas y salir (mientras pueda) por la puerta del Ajuntament de una forma digna, dimitiendo antes de que la justicia, a la vista de todo lo que está aflorando en las declaraciones y documentos que las acreditan, decrete una actuación mucho más drástica contra Enrique Crespo.  Sr. Crespo, con su inmediata dimisión, que como ciudadano de Manises le pido haga efectiva cuanto antes, nos evitaría (y de paso a usted mismo) la vergüenza de que tengamos que asistir a un bochornoso espectáculo similar al de Alhaurin de La Torre, Marbella…  Por el buen nombre de Manises, no se demore.