miércoles, 22 de abril de 2020

Jaque Mate Capítulo XIII



CAPÍTULO XIII

21 de septiembre. Por la mañana
Desde una cabina, cercana a la pensión donde habían descansado, Sabine llamó a la comisaría y pidió hablar con Klaus Wiese “soy su hija”, —mintió—. Le dio a Klaus toda la información que Lluís le había descrito la noche anterior: Eran tres hombres, uno de ellos albino y viajaban en un Volvo oscuro, azul marino, gris o negro, con matrícula de Solingen SG-24-334
—Te volveré a llamar cuando estemos cerca de Hamburgo. Ahora hablaré con mi padre y trataré de tranquilizarle. Debe estar muy preocupado. Buscad un lugar donde podamos escondernos unos días.
Sabine metió unas monedas adicionales por la ranura del teléfono y llamó a su padre, directamente al despacho de la fábrica.
Casi sin dejar que ella hablase, su padre, le recriminó por no haberse comunicado antes.
—¿Qué está pasando Sabi? Estamos todos muy preocupados. Tus abuelos también. Hace mucho que no tienen ninguna noticia tuya y Opa está bastante enfadado. ¿Dónde estás ahora?”
—Estamos bien, Vatti. Era preciso actuar con mucha cautela. El asunto es bastante grave. Lo siento. Tenemos previsto llegar esta noche a Hamburgo. Estamos en Steinbach-Sallenberg, cerca de Turingen.
—No, mejor no vengáis directamente a Hamburgo. El comisario y yo buscaremos un lugar seguro para que paséis desapercibidos. Pero… espera un poco. —Tras unos segundos de espera, prosiguio—: ahora toma la A7 por Hannover y Bremen, o la A4 por Bielefeld y Osnabruck, ve directamente a casa de los abuelos, a Oldenburg. Estáis a unas cinco horas Es una orden. Ya les aviso de que llegamos a cenar. Hace tiempo que esperan esto.
A regañadientes, Sabine aceptó y, dirigiéndose a Lluís, le dijo: “Ya te cuento. Hoy vas a conocer a mis abuelos”
Salieron de Steinbach-Sallenberg en dirección al norte por la carretera local L1117, luego por la L1026, hasta alcanzar la regional 88 y, finalmente la L1027, que se topaba con la Autobahn A4, que les llevaría, después de casi 6 horas y si todo iba bien, a la casa de los padres de Helmut, en Oldenburg.
Mientras, el comisario progresaba con la información que Sabine le había facilitado.
Había pasado por teletipo la descripción del albino a todas las comisarías del país y el Volvo… estaba registrado a nombre de una empresa de fabricación de componentes para automóviles, llamada Lignotock y radicada en Solingen. No muy lejos del gigantesco complejo que la multinacional Ford tenía en Colonia, junto a la aún más gigantesca Bayer, en Leverküsen. Como director general de dicha empresa figuraba un tal Dietrich Weinbergen. Klaus, ordenó que se le investigara a fondo.

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